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viernes, 24 de abril de 2009

ULTIMATUM A LA TIERRA

Una obra pionera en su género, “Ultimátum a la Tierra” abre un ciclo de películas reivindicativas contra el espíritu destructor del hombre. Con un transfondo bíblico y un mensaje no menos trascendental, constituye un serio aviso a la humanidad sobre la escalada armamentística, que puede conllevar a su autodestrucción. En 1982, la producción de Spielberg “E.T. el extraterrestre”, sigue análogo recorrido: llegada de un extraterrestre a la Tierra, muerte del mismo por culpa del aparato militar humano y vuelta a la vida con un mensaje aleccionador, que en el caso de la película de Robert Wise, es un auténtico ultimátum. El argumento de la autodestrucción del planeta, no es pues, nuevo. En el siglo XXI la preocupación fundamental se cimenta en la influencia del hombre sobre la estabilidad medioambiental. En aquellos tiempos la preocupación era la carrera de armamento y principalmente la proliferación de pruebas nucleares.

Una nave extraterrestre llega a la Tierra (al mismo centro de Washignton) para disuadir a sus dirigentes sobre lo perniciosas que llegan a ser las pruebas nucleares que se están llevando a cabo en nuestro planeta, ya que éstas pueden resultar perjudiciales para la estabilidad y seguridad del espacio y por tanto, para la segridad del planeta de donde procede la nave. El aviso es explícito y contundente: Si no se cesa en las pruebas atómicas la Tierra será atacada. La desconfianza y hostilidad mostrada por las autoridades que traspasan el problema al ejército, hacen de nuevo realidad aquello de que los graves problemas de seguridad como la guerra, son demasiado importantes como para dejarlos en manos de los militares. El visitante extraterrestre (Michael Rennie) es perseguido implacablemente y muerto cuando intentaba huir del cerco militar que la acechaba. Antes de eso, le pide a la heroína del film (Patricia Neal) que en caso de que a él le sucediera algo, llevara un mensaje al robot para evitar la destrucción de la Tierra. El cadáver del extraterrestre, es rescatado por el Robot, llevado a la nave espacial, donde una vez introducido en un mecanismo especial, resucita y se despide de los terrícolas, tras exigir el cese de las pruebas nucleares; un auténtico ultimátum. El film es todo un alegato antibelicista en la línea de Kubrick, con un mérito indiscutible ya que este alegato se hace en una época, en que no era habitual adoptar estas posiciones totalmente enfrentadas a la carrera armamentística nuclear.


Alejada totalmente en cuanto al mensaje, de su coetánea “La guerra de los mundos”, esta producción de la Fox, ha devenido en un auténtico clásico del género. Dirigida en 1951 por Robert Wise para la Twenty Century Fox e interpretada magistralmente por Michael Rennie y Patricia Neal en los papeles estelares, tuvo en el 2008 un remake con excepcionales efectos especiales dirigido por Scott Derrickson, e interpretada por Keanu Reeves y Jennifer Connelly, que pese a las nuevas tecnologías y al color, no ha hecho olvidar la obra de Robert Wise.






















































2 comentarios:

Valentín VN dijo...

La entrada empieza bien, continúa con la nueva versión que no he visto, pero cuando llega la colección de fotografías, la cosa llega a la catarsis. Has comentado una de mis películas favoritas y lo has hecho con clase. Te aseguro que he disfrutado una barbaridad con todas las fotos. Se sale y te sales.

Chusastur dijo...

Acabo de ver a Michael Rennie en un capítulo como invitado en la serie "Combat" (creo que el 22 o el 23) y ahora me lo encuentro también aquí, con lo que hemos tenido doble sesión de uno de los grandes.

Pelín rígido, pero gran actor con carácter que se decía entonces.

Nunca olvidaré esta pelíacula al lado de dos buenos amigos de la infancia en la correspondiente "Sesión de Tarde" de aquellos sábados interminables.

Salud.