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jueves, 29 de mayo de 2008

LA GUERRA DE LOS MUNDOS (THE WAR OF THE WORLDS)

Bueno queridos blogeros, vamos a dar un breve descanso a nuestro Inspector Dan, para que reponga fuerzas y vuelva con energías renovadas dentro de muy poco. Además para dar cumplimiento al espíritu de este blog, hemos de tratar también alguna que otra obra del séptimo arte; eso si, siempre evocando aquellos años en que el cine y los cómics, acompañados –¡cómo no!- por la radio, constituían los principales instrumentos de ocio y esparcimiento de la población juvenil e infantil de “aquellos tiempos…”.

Cuando a Orson Welles (Ciudadano Kane), se le ocurrió la feliz idea de iniciar un serial radiofónico basado en la famosa novela de H. G. Wells, simulando un noticiario urgente, en el que se comunicaba el ataque de unos “platillos volantes” –así se denominaba en aquellos años a las naves espaciales extraterrestres-, provocó la alarma de los ciudadanos que escuchaban la emisión, llegando a producirse verdaderas escenas de pánico y hasta un éxodo de vehículos que pretendían abandonar New Jersey, porque realmente pensaban que estaba teniendo lugar una invasión de extraterrestres – en aquellos años: los marcianos-.

Este incidente, contribuyó a popularizar aún más la obra de Wells, “La guerra de los mundos”, si bien el escritor, con ella, lo que pretendió fue plasmar una crítica al sistema colonialista británico.
Años más tarde, en 1952, la Paramount realiza la producción de una película basada en esta obra. El éxito estaba asegurado. Producida por George Pal, especialista en este tipo de films (“Con destino a la luna”, “Cuando los mundos chocan”, “La conquista del espacio”, “La máquina del tiempo”), con la colaboración de Frank Freeman y Cecil B. de Mille y dirigida por Byron Haskin (“Cuando ruge la marabunta”) e interpretada por Gene Barry y Ann Robinson, la película resultó todo un acontecimiento en la época. Los efectos especiales eran más que aceptables y la trama muy bien elaborada, se desarrollaba de forma trepidante. Todo ello aderezado con el technicolor, contribuyó a que esta película quedase grabada en la memoria de no pocos jovenzuelos de entonces, entre los que figuraba este aficionado blogero. Ya era un poco más crecidito que cuando vi a Satanás por vez primera atacando al Inspector Dan, y si esto último me ocasionó alguna que otra pesadilla, el “marcianito“ de marras que aparecía en la película no me causó gran efecto; las catacumbas de Orly habían sido una eficaz vacuna.

El argumento ya es harto conocido, y no voy a repetirlo. No obstante, debo destacar – siempre en mi modesta opinión – que las versiones posteriores de esta película, incluida la de Spielberg, con todo el derroche de tecnología, no alcanzan a superar el encanto de esta primera versión.

















Próximo episodio:
"El Inspector Dan de la patrulla volante en El Museo siniestro (2)"

sábado, 24 de mayo de 2008

EL MUSEO SINIESTRO

Inspirada con toda seguridad, en la película “La Momia” de la Universal (1932), magistralmente interpretada por el inolvidable Boris Karloff – el primer y auténtico monstruo de Frankenstein-, “El Museo siniestro”, inicia la serie de aventuras del Inspector Dan de larga duración – 22 entregas – mediante la técnica del continuará, que hacía que las semanas se convirtieran en auténticos siglos, esperando con ansiedad la aparición de los sucesivos ejemplares del Pulgarcito, en los que se plasmase la salida a las situaciones críticas que se reflejaban en las últimas viñetas de los distintos episodios.

En “El Museo siniestro”, el famoso inspector de Scotland Yard, se las tiene que ver con una momia resucitada, gracias a los diabólicos tratamientos del director del Museo Oriental, Sir Basil. La escenografía gráfica, juega con el terror mediático que ya causó sensación en la época y que en la actualidad se ha visto reproducido, en filmes como “The Mummy”.

Giner imprime en cada escena lo más característico de su obra: la ambientación. La aventura se desarrolla en el Londres de la primera mitad del siglo XX y la serie fue publicada - ¡como no! – en la revista Pulgarcito en el año 1947.







Algunos episodios de la serie
"El Museo siniestro" (1947)

Próximo episodio "La guerra de los mundos" (H.G. Wells)

viernes, 23 de mayo de 2008

EUGENIO GINER: EL POETA DEL TERROR GRÁFICO

Eugenio Giner, (1924-1994), Natural de Vinaroz (Castellón), artista creador de ambientes lúgubres y siniestros imprimía en cada una de sus viñetas un estilo y elegancia inigualables. No en vano entre quienes tenemos la suerte de haber contemplado su obra, es conocido como el “poeta del terror gráfico”.

Inició su andadura en Bruguera en 1943, con la publicación de una serie de cuadernos llamados “Aventuras y viajes”. En 1947, es cuando recibe el encargo de plasmar en viñetas gráficas, las aventuras del “Inspector Dan” bajo guión de Rafael González Martínez al inicio y de Francisco González Ledesma y Víctor Mora, posteriormente. Estas aventuras ocupaban una de las primeras páginas interiores de la publicación “Pulgarcito”.

Pronto, el héroe de papel, alcanzó la fama y notoriedad suficiente como para que Bruguera iniciara paralelamente a las publicaciones de sus aventuras en Pulgarcito, la edición de una serie de cuadernos – Serie Dan – de aparición semanal, que en un principio fueron dibujados por Giner, pero más adelante, se fue alternando con otros dibujantes como Macabich, Hidalgo, Vivas, etc.

Mas tarde, Eugenio Giner tuvo ocasión de realizar su aventura particular al trasladarse a Londres, seguramente debido a que hasta aquella ciudad había llegado su obra, fundamentalmente desarrollada en los ambientes más sórdidos londinenses de los años 40. En la capital británica trabajó para la editorial Amalgamated Press.

Después regresó nuevamente a Barcelona, donde volvió a colaborar con Bruguera, que años más tarde dejaría para dedicarse a la construcción. Una enfermedad, le ocasionó una parálisis parcial, lo que le hizo volver al mundo del cómic, hasta que falleció en 1994.

Con la desaparición de Giner, se fue un mago del lápiz, el creador de los ambientes más sórdidos y tenebrosos que había tenido la historieta gráfica española, hasta la llegada de las más recientes publicaciones de terror. Pero éstas últimas plasmadas en viñetas de mayor tamaño, nunca llegaron a alcanzar el embrujo que imprimió Giner en aquellos pequeños recuadros de las primeras aventuras del Inspector Dan.


Lo que es una verdadera lástima, es la calidad de la impresión de los ejemplares de aquellos años. Las posteriores reediciones no pudieron mejorarla. No obstante, en estas viñetas -muy ampliadas- puede observarse la maestría de Giner en la creación de ambientes.
(Próximo episodio: El Inspector Dan en "El Museo siniestro")

lunes, 19 de mayo de 2008

LAS POSTERIORES EDICIONES: DE "PULGARCITO" A "BRAVO"

Como ha comentado Francisco González Ledesma – guionista de las historietas del Inspector Dan-, es posible que el “lector medio no pueda comprender la figura de ese personaje, de ese héroe de papel que fue el Inspector Dan sin conocer previamente la Barcelona y el Londres que lo vieron nacer. Porque el Inspector Dan fue creado en Barcelona, pero con fantasías, ensoñaciones y, por decirlo así, nieblas típicamente londinenses…”.

El dominio de los claroscuros, que impregnaba en cada viñeta Giner, la creación de ese ambiente de misterio con inspiraciones de las películas de terror de la época – sobre todo de la Universal -, el terror escénico que mostraba en muchos de sus recuadros, todo ello, contribuyó a que los adolescentes de aquellos lánguidos años de la post-guerra, se nos crease un universo de fantasía, que se mezclaba entre la niebla del Londres del Inspector Dan y el humo de los gasógenos de los automóviles de Barcelona.


Contraportada de la revista juvenil "El Campeón" (1949)


El personaje de Dan, mereció hasta los elogios de un consagrado escritor nuestro como fue Terenci Moix, quién llegó a comentar “que el Inspector Dan no se limitó nunca al terreno de lo policiaco, sino que lo desbordó para entrar de lleno en lo terrorífico: y lo que es más importante, para constituir una poética específica dentro de lo terrorífico”.

En 1948, aparece la revista “El Campeón” también de Bruguera. En ella se pretendió dar salida a una serie de aventuras de corte realista, entre las que figuraba el Inspector Dan. Su vida fue breve, las historietas de aquella revista nunca llegaron a reemplazar a las páginas seriadas publicadas en “Pulgarcito”.




Algunas de las portadas de la serie "Bravo"editadas en 1976


Años más tarde, mediados los 70, Bruguera lanza su última reedición de las aventuras del detective de Scotland Yard. Se trata de la revista “Bravo”, donde se publican sucesivamente, las historias que años atrás ilustraron las primeras páginas del “Pulgarcito”. Para esta reedición, las viñetas, se someten a retoques para ampliarlas, pero pierden el encanto que tenían aquellos cuadros pequeños y abigarrados de las ediciones antiguas.




Arriba, las tres primeras páginas de "Satán vuelve a la tierra" (Bravo 1976)
Abajo los tres primeros episodios de esta aventura publicados en "Pulgarcito" (1949)



sábado, 17 de mayo de 2008

LOS ORÍGENES DEL INSPECTOR DAN: PULGARCITO

La revista Pulgarcito, resurge en 1947 tras un largo paréntesis, iniciado al estallar la guerra civil. Editorial Bruguera, se hace con la colaboración de grandes artistas de la plumilla algunos de cuyos personajes aún hoy día, están de plena actualidad. Nacen, Carpanta, Zipi y Zape, El reporter Tribulete, Don Furcio Buscabollos, Leovigildo Viruta, Calixto, Doña Urraca, Las hermanas Gilda, Carioco, Heliodoro Hipotenuso, Gordito Relleno y un largo etcétera. Años más tarde, en las páginas de esta revista, aparecerían Mortadelo y Filemón y el Capitán Trueno, vigentes hoy en día hasta el punto que han sido o serán llevados a la gran pantalla.

Uno de aquellos primeros ejemplares de Pulgarcito,
donde aparecían las aventuras de nuestro héroe.

Entre aquellos artistas de la historieta, destaca Eugenio Giner, a quién la editorial le encomendó la realización de una página de tipo realista. Así, bajo el guión de Rafael González y más tarde de Francisco González Ledesma y los dibujos de Giner, aparecen en 1947, las primeras historias seriadas del Inspector Dan: “El monstruo de las tinieblas”, en doce episodios y “Los seres infernales de Salisbury Castle”, en tres entregas. Después siguieron cronológicamente: “El Museo Siniestro”, “Espectros en la Niebla”, “Satán vuelve a la Tierra” (posiblemente su obra maestra), ”Morir cuesta tres peniques”, “La Muerte Estrella de Cine”, “Noche lúgubre”, “Pesadilla Mortal” “El misterio de la Gran Pirámide”, “Los tres Castillos Gemelos” y “La Torre del Silencio”.


Dos páginas de una de las últimas obras de Giner para los cuadernos de la serie del Inspector Dan

A partir de la siguiente aventura, Jordi Macabich y Julio Vivas, serán los artistas que ilustrarán las peripecias del Inspector Dan, con alguna esporádica colaboración de Eugenio Giner (“La hora de la justicia”), que se centra principalmente en la realización de las portadas de los cuadernos que componen la serie del famoso inspector de Scotland Yard.

viernes, 16 de mayo de 2008

EL INSPECTOR DAN, ENTRE LA NOSTALGIA Y LA REIVINDICACIÓN

Tenía yo 8 ó 9 años, cuando cayó en mis manos un
ejemplar del Pulgarcito, aquella añorada revista juvenil de Bruguera que hizo las delicias de los niños y adolescentes de los finales de los 40 y principios de los 50. Los que ahora estamos entre la jubilación y la retirada pausada de nuestras actividades laborales o profesionales.

Para los que no vivieron aquella época de postguerra, – que por cierto duró hasta 1975, cuando falleció el ínclito vencedor de la contienda – tendrían que hacer un esfuerzo mental – que considero casi imposible -, para situarse en las circunstancias que rodeaban la sociedad de aquella época. Concretamente, a nosotros, los niños de entonces, nos amedrentaban en las escuelas con el Dios vengador y el demonio. Sobre todo el demonio, que si te portabas mal, venía a estirarte de los pies en la cama para llevarte al infierno.

Ante semejante “comida de coco” – como se diría ahora – no es de extrañar que los niños de nuestra época vivieran en un mundo radicalmente distinto del actual. La pequeña pantalla, la “tonta”, la “tele”, aunque en principio influenciada hasta las heces por el régimen, tuvo para
nosotros, un motivo de “corte” con todo lo anterior. Empezamos a entrever que Dios posiblemente, no era tan vengativo y que el demonio… pues bueno, así como que al parecer, no se llevaba a los niños de la cama.

En aquél entramado de circunstancias, cuando abrí la portada de aquel primer ejemplar del Pulgarcito, me encontré con la página mágica, pavorosa, irrepetible, del Inspector Dan. Y en ella el demonio, -¡vaya canguelis que me cogió! – se llevaba a cuestas a la bella y eficaz ayudante del Inspector Dan, Stella.

Arranqué la página y la escondí. Confieso que las primeras noches tuve pesadillas recordando la escena de aquella viñeta. Pero al pasar el tiempo, al ojear, leer y releer los sucesivos ejemplares del Pulgarcito, despertó en mí, la inquietud y la admiración por el personaje del Inspector Dan. Fue mi héroe de niñez, y con el paso del tiempo, Eugenio Giner, su creador – a quien le dedicaremos el espacio que se merece en este blog-, fue mi dibujante preferido. Le llegué a bautizar como el Alfred Hitchcock del cómic español.

lunes, 12 de mayo de 2008

SATÁN HA VUELTO A LA TIERRA... POR ESO VUELVE EL INSPECTOR DAN


Por si pensábais que estaba muerto, el inspector Dan, vuelve. Y vuelve con un montón de amigos.... ¡No os lo perdáis!...